viernes, 22 de octubre de 2010

El amor, única fuerza que no pueden doblegar el odio, el resentimiento y el peor de los dictadores


1984 es una obra de George Orwell, en la cual describe una sociedad en la que el Estado ha triunfado sobre el individuo. Muchos quizás la conozcan, ya que según dicen, el famoso programa Gran Hermano tomó muchas ideas del libro, fundamentalmente aquel aspecto central referido al permanente monitoreo de las personas donde nada escapa al ojo de Gran Hermano. Por cierto, la situación descripta por el autor es muy diferente a la conocida en el programa televisivo, donde había lugar para fiestas, alegrías y diversiones de todo tipo. Contrariamente a esto, describe una sociedad miserable, donde no hay lugar para las individualidades y el ser humano es sometido a tal punto de convertirse simplemente en una máquina al servicio del Estado. Todo, absolutamente todo movimiento y expresión humana es captada y analizada por la “telepantalla” quien a través de distintos ministerios estatales se encargan de “borrar” (peor que matar) a quienes muestren signos de rebeldía o se animen a cuestionar mínimamente las ordenes del Partido.

A pesar de ser una novela, es un relato maravilloso para comprender el mundo al que llegaríamos si se apagaría en nosotros la llama de la libertad individual y dejáramos actuar libremente a cualquier inescrupuloso autoritario que se haga cargo del inmenso poder que puede obtenerse a través del Estado. Es que precisamente el autoritario es un enfermo que potencia su enfermedad ilimitadamente si dispone de un poder extraordinario, buscando demoler las instituciones y las individualidades que ponen freno a su desenfreno. Ese es su objetivo, y puede lograrlo si no existe una firme resistencia civil. A pesar de que puedo tomar ejemplo locales, se me ocurre mencionar a Corea del Norte como el caso más descriptivo y próximo al hipotético mundo descripto por Orwell.

Sin embargo, más allá del rico relato en el plano sociopolítico, lo que me interesa resaltar y compartir con ustedes es la historia de amor que protagonizan Winston y Julia en una sociedad donde, a excepción del odio y el resentimiento que son funcionales al partido, no pueden manifestarse sentimientos. Entre ellos, el más noble, el amor entre dos personas está severamente prohibido y solo se permiten uniones sexuales con el único fin de procrear y dar hijos al Estado. Es la historia de dos individuos que se revelan y resisten al inmenso poder de Gran Hermano, sabiendo que ponen en riesgo su vida, pero también sabiendo que en ese estado de cosas la vida humana no tiene valor y deja de tener sentido vivirla.

Elegí el siguiente fragmento de la obra, que llego a conmoverme y espero que a ustedes les pase algo parecido.

El siguiente diálogo se da en una oficina de un ministerio público, al que llegan Julia y Winston para entrevistarse con un alto funcionario del partido, O´Brien, al que lograron contactar y que al mismo tiempo forma parte de una organización secreta que resiste en la clandestinidad al partido. Como es un alto funcionario, puede apagar la telepantalla por unos minutos para hablar libremente. La intensión de Julia y Winston es unirse a la resistencia. Dice así:

- Y la conspiración…, la organización, ¿es autentica? ¿no es solo un invento de la Policía del Pensamiento? (Pregunta Winston a O´Brien)
- No, es una realidad. La llamamos la Hermandad. Nunca se sabe de la Hermandad, sino que existe y que uno pertenece a ella. Enseguida volveré a hablarte de ello. –Miró el reloj de pulsera-. Ni siquiera los miembros del Partido Interior deben mantener cerrada la telepantalla más de media hora. No debíais de haber venido juntos; tendréis que marcharos por separado. Tú camarada –le dijo a Julia-, te marcharas primero. Disponemos de unos veinte minutos. Comprenderéis que debo empezar por haceros algunas preguntas. En términos generarles, ¿Qué estáis dispuestos a hacer?

- Todo aquello de que seamos capaces – dijo Winston

O´Brien había ladeado un poco su silla hacia Winston de manera que casi le volvía la espalda a Julia, dando por cierto que Winston podía hablar a la vez por si y por ella. Empezó pestañeando un momento y luego inició sus preguntas con voz baja e inexpresiva, como si se tratara de una rutina, una especie de catecismo, la mayoría de cuyas respuestas le fueran ya conocidas.

- ¿Estáis dispuestos a cometer asesinatos?
- Sí.
- ¿Estáis dispuestos a dar vuestras vidas?
- Sí.
- ¿A cometer actos de sabotaje que pueden causar la muerte de centenares de personas inocentes?
- Sí.
- ¿A vender a vuestro país a las potencias extranjeras?
- Sí.
- ¿Estáis dispuestos a hacer trampas, a falsificar, a hacer chantaje, a corromper niños, a distribuir drogas, a fomentar la prostitución, a extender enfermedades venéreas…a hacer todo lo que pueda causar desmoralización y debilitar el poder del Partido?
- Sí.
- Si, por ejemplo, sirviera de algún modo a nuestros intereses arrojar ácido sulfúrico a la cara de un niño, ¿estarías dispuestos a hacerlo?
- Sí.
- ¿Estáis dispuestos a perder vuestra identidad y a vivir el resto de vuestras vidas como camareros, cargadores de puertos, etc?
- Sí.
- ¿Estáis dispuestos a suicidaros si os lo ordenamos y en el momento que lo ordenásemos?
- Sí.
- ¿Estáis dispuestos, los dos, a separaros y no volveros a ver nunca?
- No. –Interrumpió Julia.

A Winston le pareció que había pasado muchísimo tiempo ante de contestar. Durante algunos momentos creyó haber perdido el habla. Se le movía la lengua sin emitir sonidos, formando las primeras sílabas de una palabra y luego de otra. Hasta que lo dijo, no sabía que palabra iba a decir:
-No. –dijo por fin.

-Hacéis bien en decírmelo –repuso O´Brien-. Es necesario que lo conozcamos todo.

5 comentarios:

  1. Muy, pero muy bueno. Sls. Roxana.

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  2. Muy bueno.Ayuda a reflexionar y acrecentar la esperanza,ya que cuando creemos que esta todo perdido ,es verdad el amor resulta una fuerza inmanejable.

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  3. es verdad el amor,resiste muchas adversidades

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  4. Esta obra es excelente, tal como se define al autor, Orwell fue un visionario. Rebelión en la granja, la leí demasiado chica como para comprenderlo. Les recomiendo "Un mundo feliz" de Huxley, en la misma línea. Muy buen blog, lo sumo a mis favoritos. Sdos!!

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