jueves, 7 de octubre de 2010

Tienen el alma limada

Durante toda esta semana, la presidenta se dedico a escribir mensajitos por twitter. El tono y contenido de los mismos eran propios de un puntero político de bajo vuelo, más que el de una jefa de Estado que tiene la obligación de representarnos a todos, incluso a quienes no coincidimos con ella. Es su obligación representarnos y es nuestra obligación aceptar dicha representación aunque, como es mi caso, no esté de acuerdo con casi nada de lo que hace mi representante, la presidenta (he aquí la paradoja de la representación política). Debemos hacerlo porque suscribimos al sistema político denominado democracia representativa y que, por otro lado, estipula claramente nuestra Constitución Nacional, que dicho sea de paso, para los K es papel picado si no se ajusta a sus intereses de poder y enriquecimiento licito e ilícito.

Sin embargo, dicha representación requiere mínimamente por parte del representante, más aún si ocupa la primera magistratura, de una sensibilidad especial para captar aquellas cuestiones que preocupan a sus representados con el objetivo de ocuparse y buscar las mejores soluciones y cumplir con su obligación y rol de Estadista. Hay cuestiones de menor importancia, otras de mediana y otras fundamentales para los ciudadanos. La inseguridad que crece día a día en nuestro país pertenece a este último grupo. No es un invento de los medios, o una sensación de inseguridad como dijo un profesional de la mentira, Anibal Fernandez. Es una realidad, que puede constatarse viendo el horror sufrido por las 5 familias que esta semana vieron disminuir bruscamente sus integrantes producto de esa sensación que en el caso de ellos se volvió muy concreta. Una aclaración, en este punto coincido con el lenguaraz Anibalito: comparto que los medios tienen falencias en la comunicación. Aseguro que no fueron 5 muertes, fueron más. Quienes vivimos en La Matanza o en zonas postergadas de nuestro país, sabemos a ciencia cierta la cantidad de otras muertes que se suceden día a día producto de la inseguridad y que no llegan a captar la atención de los medios. Piensen lo siguiente: Imagínense que ocurriría, si como pretende este gobierno, los medios fueran todos dependientes del poder central…¡Cristina en el país de la maravillas!: mientras nos matan a todos y las noticias son una maravilla, los gobernantes se entretienen consumiendo el esfuerzo de nuestro trabajo y jugando a la revolución! ¿Les cierra?
Retomando el tema, la presidenta, nuestra representante, desde el calor y confort que le provocan los hoteles 6 estrellas de Alemania, se divierte mandando mensajitos impropios para su investidura, buscando generar confusión, odio y resentimiento en algunos de sus seguidores, sencillamente porque no le gustan los fallos de la Corte Suprema de Justicia que su esposo designó y que favorecen al grupo que hasta el 2008 era socio del gobierno de su marido. ¿Raro no?

No dijo nada de las muertes violentas de ciudadanos argentinos, ni un mensaje de condolencias y apoyo a los familiares. Tampoco dijo nada de implementar alguna política pública para frenar la inseguridad. Silencio de cementerio (al que fueron las victimas). Eso sí, hablo de Magnetto. Pregunto, ¿Qué importa Magnetto? Si es un delincuente, que lo justicia lo condene, a él y a sus socios, incluidos aquellos que le dieron licencias al grupo para ampliar el “monopolio” bajo el gobierno K, que hoy llamativamente cuestionan. Punto.
Ahora, Presidenta, con el debido respeto, hablemos de lo nuestro. Luego de casi 8 años de gobierno cuasi absolutista, es hora de que se ocupe y resuelva el problema de la inseguridad que se descontroló bajo su gobierno. Es su responsabilidad y obligación histórica. Es un tema que nos aflige como sociedad y nos obliga a vivir con miedo y que está destruyendo el tejido social argentino. También, le sugiero, tenga consideración por las víctimas, tiéndales una mano y diríjales unas palabras compasivas, aunque sea por twitter. No se lo pido desde una óptica cristiana, se lo pido apelando únicamente a su condición humana. ¿Será posible?

Un tío mío, que no termino la primaria, pero que tiene hecho un doctorado en la calle, con sobresaliente en las materias trabajo y esfuerzo personal, hace poco hizo la siguiente pregunta en relación a nuestros gobernantes: ¿No será que tienen el alma limada?
.
Yo creo que sí.

3 comentarios:

  1. Coincido completamente con tu comentario. Saludos. Sara Britez.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo con tu tìo mariano, lamentablemente para algunos, ningùn titulo, trabajo, ni puesto jerarquico nos puede hacer mejores personas. Es cierto. tienen el alma limitada y subestiman a quienes pretendemos de nuestro pais algo mas y mejor para nuestros hijos, que un par de zapatillas o un plan ^vaguear^a cambio de un voto. Patricia Da Conceicao Cardoso

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo con tu tìo mariano, lamentablemente para algunos, ningùn titulo, trabajo, ni puesto jerarquico nos puede hacer mejores personas. Es cierto. tienen el alma limitada y subestiman a quienes pretendemos de nuestro pais algo mas y mejor para nuestros hijos, que un par de zapatillas o un plan ^vaguear^a cambio de un voto. Patricia Da Conceicao Cardoso

    ResponderEliminar