miércoles, 26 de mayo de 2010

Feliz Bicentenario Argentina!

"Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina."

Preámbulo de la Constitución Argentina

jueves, 20 de mayo de 2010

En Laferrere NO hay gente como la gente. Hay Gente.

En el cada vez más imprescindible FACEBOOK se armó un grupo denominado “EN LAFERRERE TAMBIEN HAY GENTE COMO LA GENTE” y que a pocos días de su formación ya lleva más de mil adherentes. Primero, antes de avanzar con mi análisis, quiero dejar bien en claro que personalmente creo que tanto los responsables de la creación del grupo como la mayoría de sus integrantes son movidos por buenas intenciones y que seguramente no repararon en las cuestiones que expondré a continuación. Sin embargo, veo la necesidad de dejar en claro lo inconveniente y contradictorio de este tipo de planteos, dado que los mismos no contribuyen a la convivencia pacífica de los laferrerenses y por consiguiente al desarrollo de nuestra ciudad.
Señalar que en Laferrere “también hay gente como la gente”, implica afirmar que en nuestra ciudad hay personas que no son gente, es decir, que no deben ser tratadas como gente, lo cual resulta inaceptable y nos pone a las puertas de la intolerancia para con el prójimo.
Es inaceptable desde el punto de vista moral, dado que toda persona debe ser respetada en tanto persona, más allá de su posición en el tejido social. La máxima cristiana “ama a tu prójimo como a ti mismo”, se comulgue o no con esta religión, debería servir de guía para la concordia entre hermanos que somos.
Por otro lado, existe un impedimento de tipo instrumental que deja en evidencia lo absurdo del planteo, y es que no queda claro quienes formarán parte del grupo “gente” y quiénes no. Más aún, quien será el encargado de determinar quien es “gente” y quién no. En este caso utilizaré otra frase conocida del evangelio: “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Por último, que los mismos laferrerenses, aunque bien intencionados, postulen que en nuestra ciudad hay personas que no son gente, debilita su posición frente a los innumerables reclamos que pueden (y deben) ser elevados a nuestros gobernantes para su inmediata resolución, ya que precisamente como TODOS somos gente y tenemos el derecho a ser tratados como personas, es que se hace inadmisible la situación actual de nuestra ciudad.

sábado, 15 de mayo de 2010

Gregorio de La Salada

Ya es un hecho reconocido la fortaleza comercial de nuestra ciudad. Difícilmente encontremos a alguien que no se sorprenda al ver abarrotada de gente nuestra avenida principal cualquier día de la semana. Pero no solo la percepción individual de los transeúntes y vecinos confirma la importancia comercial de Laferrere en el partido de La Matanza. Son indicadores de esta característica, entre otras cosas, los altos precios de los alquileres comerciales y el establecimiento de grandes cadenas comerciales en comparación con el resto de las localidades de nuestro partido.
Sin embargo, a pesar de esta realidad, la singular bonanza económica no se traduce a otros aspectos de fundamental importancia para el progreso de nuestra localidad. A pesar del éxito comercial que ya lleva décadas, seguimos siendo una ciudad inaceptablemente pobre. Deficiente infraestructura, bajo nivel educativo, insuficiente asistencia sanitaria y casi nula actividad cultural son solo algunas de las deficiencias más evidentes que sufren los laferrerenses desde hace ya muchos años. Como consecuencia de esta realidad lamentable podemos comparar a nuestra ciudad con una gran feria, ya que sirve fundamentalmente para generar recursos económicos a quienes desarrollan actividades comerciales formales e informales pero dichos recursos no son mayormente reinvertidos en el lugar donde fueron generados, lo cual permitiría traducirlos en una mejor calidad de vida para sus ciudadanos. Confirma este hecho la gran cantidad de vecinos que habiendo logrado alcanzar cierta posición económica o profesional, migran a ciudades vecinas donde el nivel de vida es humanamente digno. Esta paulatina migración de recursos calificados y personas con capacidad económica no hace más que aumentar el círculo vicioso de empobrecimiento de nuestra ciudad.
¿Qué deberíamos esperar quienes aspiramos a ver convertida a Gregorio de Laferrere en una ciudad pujante desde el punto de vista económico y vivible e inclusiva desde el punto de vista social? Desde luego sería prioritario revertir el círculo vicioso arriba mencionado convirtiéndolo en un círculo virtuoso de crecimiento y desarrollo para que poco a poco se logre expandir los beneficios de la bonanza económica a todos los rincones de nuestra ciudad. Para esto, será fundamental que el estado municipal aplique certeras políticas públicas de crecimiento y acompañamiento del mercado ya establecido.